¿Por qué no aparecés en Google? El problema no es el algoritmo, es cómo escribís.
Esto no es inspiración. Es análisis.
No estás invisible porque hiciste todo mal. Estás invisible porque no hablás como tu cliente busca.
No alcanza con subir contenido. No alcanza con tener una web. Tampoco con tener Instagram.
Si usás palabras que nadie busca, Google te ignora. Y eso se puede comprobar.
Lo que nunca te dijeron del SEO (pero pasa todos los días):
- Una tienda con diseño perfecto que no aparece por “ropa mujer”.
- Un posteo con 20 hashtags pero sin una sola palabra buscable.
- Una web que dice “tu solución ideal”… pero nadie busca “solución ideal”.
Esto es lo que frena tu visibilidad. Y se corrige con algo básico: escuchar cómo busca tu cliente.
¿Qué tiene que ver el buyer persona con todo esto?
Todo.
No se trata de inventar un personaje ideal con edad y estado civil. Se trata de entender qué escribe esa persona cuando tiene una necesidad real.
¿Busca “productos originales”? ¿O busca “regalos para el Día del Padre baratos”?
El SEO que funciona no se hace en Google. Se hace entendiendo cómo piensa tu cliente.
Probalo. No me creas.
Buscá en Google una frase que usás en tu perfil. ¿Aparecés?
Ahora buscá lo que tus clientes escribirían. ¿Aparecés ahí?
Si no coincidís con lo que la gente busca, no existís en Google. Y si no aparecés, no te eligen.
Conclusión:
No es tu contenido. Es cómo lo estás contando.
Cambiar las palabras puede cambiar tu lugar en los resultados. Eso es SEO. Y empieza cuando dejás de hablar para vos y empezás a hablar para quien te busca.